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El COI pide no unirse a la FGE
Para el Comité Olímpico Internacional (COI), la Federación Global de Esports (FGE) no es el organismo ideal para regular este deporte.
La señal del Comité Olímpico Internacional (COI) es clara: aunque hay una necesidad de regulación en el mundo de los deportes electrónicos competitivos, no debería ser a costa de crear una posible barrera para el crecimiento futuro de la industria. Es por ello que el Grupo de Enlace de Esports y Juegos (ELG, por sus siglas en inglés) del COI, presidido por el presidente de la Unión Ciclista Internacional, David Lappartient, advirtió a todas las federaciones de deportes de verano e invierno que eviten unirse a la Federación Global de Esports (FGE), quien se dice organismo rector mundial de los deportes electrónicos.
Para el COI, el organismo regulador debe ser muy neutral, que opta por asociarse con todas las partes interesadas (incluidas las federaciones internacionales y el COI) con el objetivo de promover un código de conducta limpio y sano, como la solución que la industria debería buscar en los eSports.
La Federación Global de Deportes, respaldado por el gigante tecnológico chino Tencent, tiene como objetivo “establecer la credibilidad, la legitimidad y el prestigio de los eSports”. Con sede en Singapur, cuenta con fuertes vínculos con el movimiento olímpico, pero al parecer no es suficiente.
Su presidente es Chris Chan, secretario del Consejo Olímpico Nacional de Singapur, y su director de operaciones es Paul Foster, exjefe de protocolo, eventos y hospitalidad del COI.
En su lanzamiento, Chan estableció en la FGE el objetivo de la inclusión de los eSports en los Juegos Olímpicos, alegando que podrían ayudar a terminar con el “malentendido” de los deportes electrónicos, que continúa creciendo en popularidad y ha comenzado a ingresar al movimiento olímpico.
La FGE se creó como un rival de la Federación Internacional de eSports (IeSF) con sede en Corea del Sur, establecida en 2008, y cuya misión es que los deportes electrónicos sean reconocidos como un deporte legítimo.
La IeSF no ha firmado acuerdos con ningún deporte olímpico y, en cambio, canaliza sus esfuerzos para albergar el Esports World Championship, la competencia insignia de la organización donde los atletas de deportes electrónico representan a sus equipos nacionales.
Duro golpe
La decisión del COI es un duro golpe para la comunidad de los eSports, en su meta de ser reconocidos como deporte olímpico. Sin embargo, a la larga, podría ser beneficiosa para el desarrollo de los deportes electrónicos en el mundo, aseguran los especialistas.
El COI tiene ahora fuertes relaciones dentro de la industria de los eSports. Estas relaciones son con editores de juegos, plataformas y atletas. Según se ha reportado, el ELG “mantendrá estas relaciones directas en lugar de trabajar a través de un tercero”.
El organismo del COI agregó que, si bien seguían comprometidos con la causa de apoyar a las federaciones internacionales en los tiempos difíciles, no alentaría a estas federaciones a entablar una relación formal con ningún organismo mundial de eSports.
“Ambas organizaciones que se refieren a sí mismas como federaciones de deportes electrónicos tienen representantes en el ELG y seguiremos agradeciendo la contribución de estas personas. Sin embargo, el COI no respalda ni reconoce a ninguna federación específica como organismo representativo en esta área”, se cita en el informe del Grupo de Enlace de Esports y Juegos del Comité Olímpico Internacional.
Teniendo en cuenta los hechos, se cree que, si surge un organismo rector mundial de los eSports, eventualmente se convertiría en la barrera que frena el crecimiento de la industria. La razón de esto es simple: cada eSport es extremadamente complejo y, por tanto, un solo conjunto de reglas o estrategias para su desarrollo sería un desafío.
En términos de la complejidad de lograr tal tarea, se puede considerar como algo similar a la creación de un organismo mundial para todos los deportes, uno que estaría por encima incluso de los de la FIFA y la ICC. Si bien esto puede ser excelente para unificar la industria, podría generar problemas con la regulación de ciertos deportes electrónicos.
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Sin embargo, la mayor preocupación es la posibilidad de que un organismo mundial de eSports intente controlar directamente el mercado y la posibilidad de que intenten explotar a las partes interesadas menos poderosas. El principal argumento a favor del reconocimiento de una organización de este tipo es el hecho de que ayudará a regular algunos de los problemas relacionados con el amaño de partidos, las trampas y otros comportamientos antideportivos que ocurren dentro de los deportes electrónicos.
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