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Ghostwire: Tokyo, un mundo terroríficamente abierto
Los Visitantes han llegado a las calles de Japón, y tu misión es cazarlos y regresar la paz a este mundo en Ghostwire: Tokio.
Ghostwire: Tokyo puede sentirse diferente, extraño y ponerte sensible. Es un título de acción y aventuras, pero hay muchas influencias de juegos de rol, como subir de nivel y asignar puntos de habilidad a tu personaje. Un videojuego de mundo abierto con docenas de marcadores que llenan el mapa, pero debido al cuidado y la especificidad de su configuración, nunca se siente abrumador o tedioso.
Hay un trasfondo de horror desquiciado y lo sobrenatural lo impregna todo. Tokio y sus calles te llevarán a sentir horror, pero agradable el paseo si te gusta el juego de aventura y terror.
La historia comienza cuando Tokio se cubre con una niebla misteriosa que básicamente convierte a todos los humanos que entran en contacto con ella en espíritus incorpóreos. Akito logra sobrevivir a esto gracias al espíritu de un cazador de fantasmas llamado KK que habita su cuerpo inmediatamente antes de que la niebla se apodere de su ubicación. Los dos, básicamente protagonistas duales con un ligero sesgo hacia Akito, luego intentan enfrentarse al hombre detrás de todo, Hannya, mientras intentan encontrar a la hermana de Akito.
Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo, ya que las calles de Tokio están repletas de entidades sobrenaturales agresivas llamadas Visitantes, que reúnen a esos espíritus incorpóreos y puertas torii corruptas que producen la niebla antes mencionada. Limpiar esas puertas y liberar a los espíritus significa combatir a los Visitantes en las calles, así como en edificios específicos e incluso en la parte superior de dichos edificios: hay una sorprendente cantidad de verticalidad en Ghostwire: Tokio e incluso puedes deslizarte de un edificio a otro.
Cuidado de tus enemigos
Estos enemigos van desde hombres de negocios pálidos y sin rostro con paraguas hasta estudiantes sin cabeza y mujeres grandes e imponentes con tijeras gigantes. Si bien es bastante fácil lidiar con ellos mientras se escabullen, pueden acorralarte si se les da la oportunidad.
Sin embargo, Akito, gracias a KK, tiene algunas herramientas a su disposición para enfrentarlas. Mientras está vinculado a Akito, KK otorga la capacidad de usar algo llamado Ethereal Weaving, que es básicamente explosiones elementales (viento, fuego y agua) que golpean en diferentes rangos y tienen diferentes efectos.
El viento es el primero y el más común en Ghostwire: Tokyo, y eliminará rápidamente a los enemigos, mientras que el fuego se puede disparar en línea o cargar para producir un efecto de explosión. El agua, por otro lado, es más útil en situaciones en las que los enemigos se agrupan frente al jugador mientras se dispara en un área determinada.
Con el tiempo, Akito desbloquea otros equipos como un arco y talismanes, pero Ethereal Weaving es el pan y la mantequilla del combate. Golpear a un enemigo con explosiones elementales finalmente expone su núcleo, que Akito puede agarrar para destruir inmediatamente a dicho enemigo. Esto es importante porque derrotar enemigos también devolverá algo de éter, que es básicamente munición sobrenatural. El éter nunca escasea en Ghostwire: Tokyo, ya que se pueden destruir objetos espeluznantes para producirlo, pero el jugador solo puede llevar una cantidad limitada en un momento dado.
¡Alerta! Cuida tu munición
La munición limitada también convierte la mayoría de los encuentros de combate en una especie de rompecabezas. A medida que avanza el juego, los enemigos se vuelven más duros y sus núcleos son más difíciles de exponer. Usar un disparo para golpear a varios enemigos, o cargar para causar mucho daño a la vez, mientras cambias a través de cualquier elemento que tenga más sentido en un momento dado según la cantidad de espacio que tienes para jugar en el entorno es un reto.
Todas las diversas misiones secundarias y coleccionables que hay que buscar en Ghostwire: Tokyo, las estatuas de Jizo, son quizás las molestias más importantes y más grandes, pero es genial hacer el recorrido. Estos aumentan específicamente la cantidad de disparos de Ethereal Weaving que puede realizar de su elemento asociado. Incluso con la capacidad de detectar coleccionables cercanos (así como enemigos, consumibles como alimentos que recargan la salud y comerciantes nekomata) gracias a la visión espiritual de KK, que resalta a los que están dentro del alcance durante un breve tiempo cuando se activa, las estatuas de Jizo son relativamente pequeñas y poco frecuentes.
Genial en PS5
Hablando de señales suaves, Ghostwire: Tokyo es quizás el mejor ejemplo de la posibilidad de las diversas campanas y silbatos de PlayStation 5, y especialmente el controlador DualSense. Cada acción del jugador incluye alguna forma de retroalimentación háptica, pero los desarrolladores no se detuvieron ahí. Si comienza a llover afuera, por ejemplo, sostener el DualSense hará que se sienta como si el ligero golpeteo de las gotas golpeara justo afuera de un impermeable.
Algo tan trivial como que Akito tamborilee con los dedos sobre un teléfono tiene una retroalimentación háptica adjunta cada vez que su dedo lo toca.
Y no se trata sólo de la háptica del controlador DualSense como Ghostwire: el diseño de sonido de Tokyo hace un uso perfecto del hecho de que también puede producir audio. Por ejemplo, a pesar de estar dentro de Akito, KK todavía puede comunicarse, pero es un tipo de hablar distante y de otro mundo que aparentemente emana de la mano de Akito… y del controlador DualSense, siempre y cuando no estés jugando con auriculares.
Es un videojuego perfectamente bueno y un excelente ejemplo de lo que la PlayStation 5 puede hacer en las manos adecuadas.