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CEO de Riot Games, acusado de acoso sexual

Sharon O’Donnell, ex asistente ejecutiva de Riot Games, acusa al director ejecutivo de la compañía, Nicolas Laurent, de acoso sexual.

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En Riot Games se han prendido los focos de alerta. Según el Washington Post, una demanda presentada ante la Corte Superior del Condado de Los Ángeles en enero por Sharon O’Donnell, ex asistente ejecutiva de Riot Games, acusa al director ejecutivo de Riot, Nicolas Laurent, de crear un ambiente de trabajo hostil, con acusaciones que van desde acoso sexual hasta comentarios degradantes sobre la feminidad de O’Donnell.

La demanda alega que O’Donnell, quien reportaba a Laurent, fue despojada de sus deberes en el trabajo y finalmente despedida en julio de 2020 por no corresponder a las insinuaciones de Laurent.

En un comunicado, Riot Games refutó la acusación del despido de O’Donnell. “El demandante fue despedido de la compañía hace más de siete meses debido a múltiples quejas bien documentadas de una variedad de personas. Cualquier sugerencia de lo contrario es simplemente falsa”, escribió un portavoz en un comentario a The Washington Post.

La declaración de Riot Games también asegura que un comité especial de su junta directiva está llevando a cabo una investigación con la ayuda de un bufete de abogados externo, en un esfuerzo por garantizar la imparcialidad y la transparencia.

Nicolas Laurent, CEO de Riot Games.

El caso

En una presentación del 7 de enero obtenida por The Washington Post, O’Donnell alega que Laurent la invitó a viajar con él y trabajar desde su casa cuando su esposa no estuviera, y le dirigió numerosos comentarios sexuales, incluidos comentarios sobre su ropa interior.

Laurent le preguntó a O’Donnell si ella “podría manejarlo cuando estuvieran solos en su casa”, según el archivo. Según la demanda, cuando O’Donnell se negó, el CEO de Riot Games se enojó y se volvió hostil, y las responsabilidades laborales de la ahora ex asistente ejecutiva fueron limitadas, lo que finalmente resultó en su despido.

“(O’Donnell) cree que con esta conducta Laurent condicionó explícita e implícitamente los beneficios laborales y la ausencia de perjuicios laborales en la aceptación de la conducta sexual”, escribió el abogado, Michael Baltaxe, en la presentación.

La presentación también incluye acusaciones de comentarios degradantes centrados en el género de O’Donnell, que incluyen burlarse de ella por tener un “tono abusivo” y ser “de piel dura y abrasiva”. O’Donnell alega que Laurent le expresó que su tono debería ser “más femenina”.

Se asegura que hay un ambiente sexista en la compañía.

En 2018, Riot Games, el desarrollador y editor de juegos como League of Legends y Valorant, fue noticia después de una exposición de Kotaku sobre la cultura sexista de la compañía. El artículo describía un entorno en el que las mujeres eran regularmente ignoradas para los ascensos y una empresa con una arraigada “cultura de hermanos”, donde el comportamiento degradante y discriminatorio se consideraba normal.

La historia de Kotaku llevó a una demanda colectiva por discriminación de género. También generó dos investigaciones separadas por parte de reguladores en California, donde tiene su sede Riot Games.

O’Donnell trabajó en la empresa desde octubre de 2017 hasta julio de 2020, el mismo mes en que Laurent publicó una carta abierta a otros ejecutivos y líderes de la industria de los videojuegos en la que reflexionaba sobre la dolorosa auditoría interna de la empresa y los pasos que tomó para mejorar su cultura.

En una sección titulada “La responsabilidad se detiene con el director ejecutivo”, Laurent escribió que se tomó la tarea tan en serio que ordenó a la junta que lo despidiera si determinaban que la empresa no había cambiado lo suficiente para el 1 de enero de 2020.

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Otros casos

La presentación de O’Donnell es distinta de otro caso de alto perfil que involucra a Riot games. Tras el artículo de Kotaku de 2018, el bufete de abogados Rosen Saba LLP presentó una demanda colectiva por discriminación de género contra la desarrolladora de videojuegos a fines de 2019. Riot resolvió ese caso por $ 10 millones.

Sin embargo, dos agencias estatales en California, el Departamento de Vivienda y Empleo Justo y la Oficina del Comisionado Laboral, anunciaron que los demandantes en el caso de discriminación de género pueden tener derecho a una suma mucho mayor, 400 millones de dólares, una cifra que Riot descartó en un comunicado. En respuesta, los representados en la demanda colectiva contrataron un nuevo asesor legal. Los 10 millones de dólares no se pagaron y el asunto se devolvió a los tribunales.

Un fallo de la Corte Superior del condado de Los Ángeles el 25 de enero complicó aún más el caso. El tribunal dictaminó entonces que todos, menos uno de los afectados en la demanda colectiva, tendrían sus quejas manejadas en arbitraje, una resolución que Riot Games buscó después de que se flotó por primera vez la cifra de 400 millones de dólars. 

Sólo uno de los demandantes aún tendrá su caso litigado en la corte, a través del cual aún podría perseguir todas las reclamaciones planteadas por miembros de la clase que no celebraron acuerdos de arbitraje con Riot. El tribunal también dictaminó que Riot Games tendría que presentar todos los acuerdos de indemnización que celebró con las empleadas a partir de noviembre de 2013.

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