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Adicción a las pantallas, una preocupación

Uno de cada tres padres mexicanos están preocupados por la adicción de sus hijos a las pantallas, según un estudio de Lingokids.

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Adicción a las pantallas, un tema innegable en esta era digital. Padres y madres están preocupados por las consecuencias que el uso de la tecnología puede tener para los más pequeños. De hecho, 70% de los padres mexicanos están preocupados por el tiempo que pasan sus hijos tras la pantalla.

Pero ¿cómo podemos asegurarnos de derribar los mitos que aún existen sobre el uso de pantallas y de proporcionar a los niños que este uso sea de calidad, beneficioso, saludable y educativo? Lingokids, la aplicación de aprendizaje infantil, ha llevado a cabo un estudio para conocer cuáles son las principales preocupaciones de los padres respecto al uso de pantallas, así como cuáles son los consejos de los expertos para asegurarnos de que los niños se están beneficiando de él y no sea sólo una adicción.

Para ello, la compañía se ha apoyado de diversas fuentes de datos, desde la Asociación Americana de Pediatría y myvision.com, para conocer hábitos de uso de pantallas entre los más pequeños, hasta una encuesta realizada a mil 800 padres con niños de entre 2 a 8 años, contando también con la voz de expertos en educación, salud infantil y crianza tanto del ámbito de Lingokids como profesionales externos a la compañía como Regina Ascencio, pedagoga, neuropsicóloga y creadora de “Formar Hoy”, o el Dr. Michael Rich, fundador y director de The Digital Wellness Lab.

Este estudio ha sido realizado de manera global entre mil 800 progenitores con hijos de entre 2 y 8 años. Los resultados reflejados en este comunicado son los pertenecientes a los padres mexicanos.

Los límites

De acuerdo con la encuesta, el 80% de los niños y niñas de 2 a 8 años se exponen a las pantallas de 30 minutos a tres horas al día.

Los expertos recomiendan introducir a los niños a las pantallas a partir de los dos años, para evitar los riesgos que podrían producirse del uso de estas cuando los niños se encuentran en un estado temprano de desarrollo cognitivo y físico. Sin embargo, también es conveniente no esperar hasta demasiado tarde, ya que, según indica Dr. Suzanne Barchers, exVP de Leapfrog Enterprises, autora de más de 300 libros para niños y educadores y directora de la Junta Educativa de Lingokids, pueden correr el riesgo de quedarse atrás en esta era tecnológica. No todo es adicción, afirma.

El 68% de los padres coincide en que los límites, el contenido al que se expone el niño, o el uso que hace de las pantallas son más importantes que la edad de introducción a éstas. Por lo tanto, no es cuándo se introduce, sino el cómo y, sobre todo, el contenido que los niños consumen.

También hay que tener en cuenta los límites y el monitoreo: el 50% de los padres están muy implicados en monitorear el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas. Algunas plataformas, como Netflix, YouTube o la televisión, son complicadas de monitorear, ya que no ofrecen suficientes controles parentales de tiempo. Otras, como las aplicaciones educativas, sí.

Según Regina Ascencio, pedagoga, neuropsicóloga, creadora de “Formar hoy” y madre: “el tiempo de pantalla siempre debería estar moderado por los padres de acuerdo con unas bases familiares y personales”.

Fernando Valenzuela y Rhona Anne Dick, miembros de la Junta Educativa de Lingokids, están de acuerdo: “el balance y la moderación son clave. La tecnología debe enriquecer nuestra percepción del mundo, pero no convertirse en nuestro mundo y no ser una adicción”, agregan.

Además, es fundamental predicar con el ejemplo: 64.4% de los padres creen que ellos pasan más tiempo del necesario frente a las pantallas. Además, a 7 de cada 10 le gustaría tener más información sobre un uso de pantallas de calidad para sus hijos. Por lo tanto, según afirma Ascencio: “es crucial tener consistencia, ser un buen ejemplo, y corregir y poner límites para nuestros hijos”.

¿Pantallas iguales?

Según la encuesta, a uno de cada tres padres les preocupa que sus hijos tengan adicción a las pantallas. De acuerdo con artículos como el deDevsped Village, la exposición a las pantallas, sobre todo si esta es excesiva, activa la producción de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que produce sensación de deseo y que puede contribuir al desarrollo de la adicción. Un 35.4% de los padres mexicanos se muestra preocupado por el contenido que genera dopamina.

Pero ¿todas las plataformas y contenidos activan por igual la dopamina y consecuentemente el riesgo a la adicción? No, no lo hacen. Los expertos indican que la dopamina a través de las pantallas se produce especialmente a través de elementos como la validación en redes sociales y las recomendaciones infinitas de sus algoritmos, las recompensas inmediatas, o los estándares irreales de belleza.

Los padres y madres mexicanos afirman que las aplicaciones educativas son las plataformas con cuyo uso por parte de sus hijos se encuentran más cómodos, mientras que YouTube y TikTok se encuentran al final de la lista. Los expertos coinciden en que las aplicaciones educativas proporcionan numerosos beneficios académicos y socioemocionales, mientras que otras plataformas pueden inducir al scrolling infinito y los maratones de contenido.

Además, el uso pasivo e inadecuado de pantallas puede tener otras consecuencias, como el hecho de que no promueve el ejercicio físico o efectos negativos en las interacciones y habilidades sociales de los niños. De hecho, 36% de los padres están preocupados por la disminución de interés en otras actividades, como jugar al aire libre o leer, debido a este tipo de tiempo de pantalla pasivo; y 40.4%, por los efectos negativos en las interacciones sociales.

Para consultar el estudio completo, solo es necesario entrar a la página: www.lingokids.com/uso-pantallas-calidad

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