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Far Cry 6: La libertad no puede esperar más

Jugamos Far Cry 6 por unas semanas y te damos un breve análisis de lo que nos parece el nuevo titulo creado por Ubisoft.

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Far Cry 6 ha llegado lleno de adrenalina, represión, política y hambre de libertad, la mecha que siempre enciende la Revolución. En este nuevo título de Ubisoft puedes correr en un auto, volar por los cielos en avionetas u helicópteros y tendrás diversas armas para acumular. Hay peleas de gallos, sólo que esta vez con gallos reales, en un minijuego al interior de la isla caribeña llamada Yara, que podría ser cualquiera de Latinoamérica.

En Far Cry 6 también hay animales para que te hagas amigo, incluido un cocodrilo, llamado Guapo, que luce una chaqueta y puede ser señalado para la batalla; un perro salchicha, llamado Chorizo, cuyas patas traseras no le han fallado tanto como le brindó la oportunidad de una mejora con ruedas; y Oluso, una pantera que se escabulle y mata desde las sombras. Algo conocido en la franquicia de Ubisoft.

Una PS5 sirvió de consola para entrar a este mundo y embarcarse en la revolución. Un dictador fascista, vestido con uniforme militar color crema, que chupa la tierra como si fuera un buen puro, es el enemigo a vencer. En este crudo y picante paraíso nace Dani Rojas, quien, luego de un paso en el ejército, decide —al principio de mala gana, luego con creciente dureza— unirse a las guerrillas, que resisten la crueldad del régimen. Esta crueldad se establece en la escena inicial, donde las calles son asaltadas por soldados, la gente es acorralada para “procesarla” y Dani escapa, en bote, con un amigo.

Sin embargo, cuando la policía estatal irrumpe en el barco, toda la malevolencia se vierte en la persona de Antón Castillo, el dictador en cuestión, quien es interpretado, en semejanza y voz por Giancarlo Esposito. Como atestiguarán los fanáticos de Breaking Bad y The Mandalorian, Esposito, con un resplandor de oscuridad cada vez mayor y un destello plateado en su barba, es el tipo que se busca por amenaza.

No extrañarás nada

La mejor razón para jugar Far Cry 6 es por su acción en el juego, los grandes gráficos con los que cuenta y las grandes explosiones que están de vuelta.

Far Cry 6 es absolutamente enorme. Las islas de Yara, el archipiélago ficticio de América del Sur donde se desarrolla el juego, son gigantescas, y los completistas podrían pasar 100 horas explorando todos sus rincones, olfateando el botín, elaborando materiales o encontrando a los malos para atacarte brutalmente.

El juego ha aumentado la acción a niveles sin precedentes. Esta siempre ha sido una serie en la que el caos absoluto estaba a sólo unas pocas balas perdidas, pero aquí las balas perdidas son bastante recomendadas desde el principio. Sí, hay sigilo, pero casi se siente como si sólo estuviera allí para provocar que te equivoques y te tropieces con el tipo de conflicto que normalmente haría que los aviones de combate de la ONU intervinieran.

Afortunadamente, el motor del juego resiste muy bien estas constantes pruebas de estrés. A diferencia de los títulos anteriores de la franquicia para consolas, Far Cry 6 se ejecuta a una velocidad de 60 fps, lo que hace que la acción se sienta más ajustada y ágil que las iteraciones anteriores.

Muy buena jugabilidad

Castillo rompe el escenario digital cada segundo que está en la pantalla y ayuda a elevar una historia agradable y, a menudo, brutal sobre la revolución y el totalitarismo.

Juegas como Dani, ya sea en apariencia masculina o femenina, y después de que los matones de Castillo se apoderan de tu ciudad, te unes a las Guerrillas de Libertad para planear su caída.

Esto finalmente da como resultado una serie de misiones sobre disparar a personas y capturar puntos de control, sigue siendo Far Cry, pero el dinero que Ubisoft debe haber derramado en el señor Esposito se siente bien gastado, y claramente disfrutó gruñendo en cada escena.

En menos de una hora te dan una mochila de metal gigante llamada Supremo, que es efectivamente un ataque aéreo portátil. La disparas desde tu propia espalda. Hay muchas variaciones: uno prende fuego a todo y a todos los que lo rodean mientras te impulsa hacia el cielo, por ejemplo. Y para actualizarlos, necesitas encontrar uranio, al que los enemigos parecen estar aferrándose por alguna razón que nunca se explica del todo.

Far Cry 6 pone una gran carga en la personalización de armas. Puedes convertir un viejo rifle de asalto chirriante en una bestia silenciosa, estable y con mira si encuentras suficiente chatarra y cables en el mundo. Las mesas de artesanía están en todas partes, y el juego te anima a cambiar de arma con regularidad dependiendo de la situación.

Este es un juego de gran presupuesto en todos los sentidos. En el mejor de los casos, es un espectáculo imposible, con altos valores de producción, acción caótica, una escala enorme y una actuación agradable. Muy recomendable para jugar acompañado un buen fin de semana.

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